Quizás muchos de vosotros todavía no lo hayáis escuchado porque en España aún no está muy extendido, pero el término ‘Growth Hacker’ está ya muy extendido en otros países como Estados Unidos y se está convirtiendo en uno de los puestos más solicitados por las empresas. Parece que un nuevo nicho se abre en los departamentos de Marketing y Comunicación, aunque en realidad, tal y como explicaremos a continuación, no es tanta la novedad que trae consigo este término, sino que más bien se trata de unir en una sola figura la tarea que el conjunto de departamentos de una empresa desean conseguir: aumentar el número de clientes/usuarios de un negocio.
Quién es el Growth Hacker
Entonces, ¿qué es un growth hacker? Atendiendo a su nombre literal y a su traducción al español, una persona que se encarga de hacer crecer una empresa. ¿De qué forma? Con una fórmula que combina la analítica, la creatividad y la curiosidad. Y es que un Growth Hacker no es un marketero al uso, pero debe tener nociones de marketing; no es Community manager, pero debe saber de redes sociales y no es un estadista ni un analista pero debe saber analizar los datos, interpretarlos y sacar sus propias conclusiones en beneficio del negocio en el que trabaja.
Por lo tanto, un growth hacker es una figura que, a través de distintas técnicas, debe tener una única función: hacer crecer una empresa. Puede utilizar distintas técnicas para captar usuarios y fidelizarlos; puede realizar estudios de mercado y detectar dónde están las necesidades; puede analizar el producto o servicio que está intentando difundir y vender, y averiguar cuáles son sus puntos fuertes y explotarlos, o puede hacer un poquito de cada una de estas tareas para, de forma global, levantar un negocio de la forma más rápida y eficaz posible.
Características del Growth Hacker
Analítico
Como ya hemos mencionado, lo primero que debe hacer un Growth Hacker es analizar el mercado, los productos o servicios del negocio en cuestión y sacar sus propias conclusiones. Detectar las fortalezas de la empresa y explotarlas y detectar también las debilidades para minimizarlas. Antes de llevar a cabo una estrategia hay que saber hacia dónde se quiere caminar y qué es lo que se quiere conseguir, es decir, los objetivos. Y para conocer tus objetivos tienes que conocer tu negocio y el mercado en el que trabajas.
Curioso
Un buen Growth Hacker debe tener curiosidad por conocer el porqué de las cosas. Por qué un producto funciona mejor en una determinada zona geográfica, grupo de edad o sexo y por qué no funciona en otros target. Por qué las visitas a la web se dirigen principalmente a una página y por qué otras apenas reciben visitas. La nueva figura del growth hacker debe no sólo analizar sino también peguntarse continuamente el motivo por el cual ocurren las cosas, para poder actuar en consecuencia.
Creativo
Una vez que el Growth Hacker ha recopilado todos los datos necesarios para desempeñar su trabajo, entra en juego su creatividad. Como sabemos, en la actualidad las personas se ven impactada cada día por miles de anuncios y formas de publicidad, tanto convencional como no convencional. Por lo tanto es cada vez más complicado hacerles llegar un producto o servicio con éxito. Para ello es necesaria la creatividad. Cuanta más, mejor.
Polivalente
Como hemos comentado anteriormente, para desempeñar las tareas del Growth Hacker es necesario el conocimiento de distintas herramientas y la ejecución de diferentes habilidades: desde la realización de un estudio de mercado hasta la planificación de una estrategia de marketing, pasando por el uso y manejo de Google Analytics, redes sociales o programas relacionados con el posicionamiento orgánico.
La importancia del Growth Hacker
La figura del growth hacker puede convertirse en un imprescindible no sólo en las empresas y start-ups, donde está teniendo más éxito en otros países, sino también en las agencias de publicidad y empresas de marketing online y posicionamiento, por su gran versatilidad y polivalencia.