Las estrategias de marketing online avanzan a pasos agigantados y hay cada vez más personalización por parte de los diseñadores de las mismas.Era una de nuestras previsiones en marketing online para este año 2017 y lo cierto es que ya se venía haciendo de antes y se sigue avanzando en esta línea. En esta ocasión hemos considerado que sería interesante hablar sobre las campañas Drip, dejando claro qué son, en qué consisten y qué pasos debemos seguir para planificar una.
Pero antes, para contextualizar, hacemos un repaso a qué es el Inbound Marketing, ya que las campañas Drip se integran dentro de este tipo de estrategias.
Inbound Marketing
El Inbound Marketing, recordemos, es un conjunto de técnicas que provocan que sea el usuario el que encuentra a su marca, y no la marca quien busca y va hasta el usuario. Esto se logra trabajando bien el SEO y llevando a cabo estrategias en las que la marca es capaz de mostrar quién es y qué hace sin necesidad de ser intrusiva con el usuario.
Además, las técnicas de Inbound Marketing también se caracterizan por trabajar en la fidelización del usuario, en la conversión de leads en clientes y en aunar esfuerzos con el departamento de Ventas para conseguir una mejor experiencia de usuario.
Las campañas Drip
Y esto es precisamente lo que se pretende cuando planificamos una campaña Drip. Así pues, ¿qué es exactamente una campaña Drip?
En primer lugar, afinemos. Una campaña Drip está directamente ligada al email marketing. Es decir, realmente una campaña Drip es una campaña de email marketing en la que segmentamos al máximo tanto los usuarios como el contenido del correo.
De hecho, segmentamos tanto, que llegamos al punto de diseñar varias opciones de mails teniendo en cuenta si el usuario abre o no abre el correo, en diferentes escalas. Y es que una de las características de una campaña Drip es que con el mail que enviamos a un usuario, le ofrecemos un beneficio adaptado a su perfil. Por ejemplo, con un mail podemos ofrecer un contenido exclusivo: un webinar, un vídeo, un ebook…
Y ahora, para entender todavía mejor el concepto de campaña Drip, pongamos algunos ejemplos del tema de los niveles según si el usuario abre o no abre el correo que le mandamos.
Imaginemos que ya tenemos nuestra segmentación hecha y decidimos enviar un mail a usuarios que sabemos que están interesados en productos outdoor, concretamente en material de escalada.
Enviamos nuestro correo a nuestros destinatarios. Quienes lo abren, reciben un artículo exclusivo que habla sobre los diferentes tipos de cuerdas y nudos que podemos encontrarnos en la actividad de la escalada. Si no abren el correo, esperaremos un par de días, y les enviaremos otro. En este caso, en el mail irá un vídeo explicativo sobre cómo hacer determinados tipos de nudos. Si lo abren, recibirán el artículo que hemos enviado a la primera tanda de quienes han hecho clic en el mail. Si no lo abren, podemos decidir entre finalizar el proceso de emailing o enviar uno más (con el riesgo de convertirnos en algo intrusivos, porque ya van 3 mails, dos de ellos con experiencia de que no han sido abiertos) ofreciéndoles otro tipo de contenido, como por ejemplo un e-book sobre escalada.
De esta forma, podemos observar varias cosas con respecto a las campañas Drip. Por un lado, son de gran ayuda para analizar el comportamiento del usuario y ayudarnos a segmentar todavía más a nuestros leads. Por otro, les acompañamos en el proceso de compra, asesorándoles y ofreciéndoles exactamente el tipo de productos y material complementario que necesitan y quieren. Por ello, esto ayuda a convertir leads en clientes.
Eso sí, diseñar una campaña Drip lleva muchísimas horas de análisis y trabajo detrás. Cada acción está medida y justificada por el comportamiento de los usuarios, por lo que tenemos que esforzarnos para ser lo más eficientes posible con la finalidad de que nuestra campaña sea realmente un éxito.